La importancia de la hidratación en el trabajo

La importancia de mantenernos hidratados durante los meses de verano la tenemos todos naturalmente interiorizada. Lo hemos oído constantemente desde niños. Pero, ¿cuántas veces te han dicho que también es importante mantenerse hidratado en el trabajo?

Aunque tu jornada laboral se desarrolle en una oficina con aire acondicionado, mantenerte hidratad@ es algo que debe estar en los primeros puestos de tu lista de tareas. Es una de las cosas más importantes que podemos hacer en relación con nuestra salud.

Beneficios de una hidratación adecuada

Cuando estamos correctamente hidratados, es como si nuestro metabolismo contara con gasolina súper, lo que nos ayuda a combatir la fatiga diaria. Cuando estamos deshidratados, podemos sufrir dolores de cabeza frecuentes, pérdidas de memoria, llegando incluso a reducir la productividad en el trabajo.

Si te entra sed cuando estás sentad@ trabajando, es demasiado tarde. Ya te has deshidratado y necesitas agua urgentemente.

¿Cuánta agua al día?

A la hora de determinar la cantidad de agua que deberíamos beber al día, lo más fácil es calcularlo en función de nuestro peso. Por ejemplo, para una persona con un peso medio de 65 kg, la recomendación es beber al menos 2 litros de agua al día, lo que equivale a unos 8 vasos, más o menos.

La regla 8x8, u 8 vasos de agua al día, aunque no se ha llegado nunca a confirmar, es algo que mucha gente sigue aplicando.

Esta regla se aplica de igual forma tanto si trabajas todo el día sentado/a frente al ordenador en una oficina con aire acondicionado, como si trabajas al aire libre o si estás pensando en correr una maratón. Mientras estés en el trabajo, asegúrate de tener agua a mano para poder ir bebiendo a lo largo del día.

Pero ¿qué puedes hacer si se te complica el día y te olvidas de beber agua?

A continuación, te presentamos algunos consejos para mantenerte hidratado/a en el trabajo.

Ten una botella de agua cerca

Si tienes agua a tu alcance y está visible, es mucho más fácil que te acuerdes de cogerla y beber. Si trabajas en una oficina y pasas la mayor parte del día en tu escritorio, es especialmente fácil de hacer. No solo te ayudará con los dolores de cabeza que puedas sufrir, sino que mantenerte hidratad@ también puede ayudarte a reducir la tensión ocular.

En otros trabajos puede resultar más difícil acordarse, pero siempre que hagas un descanso, asegúrate de llevar agua a mano.

Descansos para hidratarnos

Aquí surge la idea de hacer descansos para hidratarnos. Durante tu descanso, asegúrate de beber y disfrutar del agua y tómate un tiempo para relajarte y prepararte para seguir con tu jornada. Después del descanso para hidratarte, te resultará mucho más fácil concentrarte.

La importancia de mantenernos hidratados

Existen varias razones para mantenenos hidratados a lo largo del día. Estas son algunas de ellas:

Te mantendrá sano/a

Cuando te deshidratas, puedes experimentar letargo, dolor articular, incapacidad para concentrarte, náuseas y vómitos. Si sufres cualquier combinación de estos síntomas, sabes que puede ser una jornada de trabajo larga y agotadora.

Afecta a tu estado de ánimo

No beber suficiente agua en el trabajo también puede tener un impacto negativo sobre tu estado de ánimo general. Si estás irritable, el hecho de estar deshidratado/a puede empeorar la situación. Cuando esto ocurre, el entorno laboral probablemente no sea el lugar más agradable en el que estar.

Menos antojo de bebidas azucaradas

Si quieres beber agua y mantenerte hidratado en el trabajo, es buena idea tener agua cerca. Esto hará que te resulte mucho más fácil prescindir de las bebidas azucaradas, como los refrescos. Al igual que ocurre con la deshidratación, el hecho de consumir demasiado azúcar también tiene efectos negativos para la salud.

Por este motivo, los centros de trabajo deben contar una fuente de agua que sea fácilmente accesible. Permitirá que todo el mundo se mantenga hidratado y hará que sea más fácil resistir la tentación cuando llegue la hora del descanso y las máquinas expendedoras te llamen.

¿No te gusta mucho el agua?

Pero ¿qué puedes hacer si no te gusta mucho el agua normal y corriente? El agua con gas es otra opción y te hidratará igual de bien que el agua normal. Si estás tratando de eliminar los refrescos azucarados de tu dieta, esta también es una manera estupenda de disfrutar de ese gas y esas burbujas que te gustan sin todo ese azúcar añadido.

Nuestro cuerpo está compuesto aproximadamente por un 60 % de agua. A lo largo del día, perdemos agua de forma constante a través de la orina y el sudor, lo que puede llevarnos a deshidratarnos con bastante rapidez si no tenemos agua para ir bebiendo a lo largo del día.

Así que, tanto si optas por el agua con gas como sin gas, estarás haciendo un favor a tu salud manteniéndote hidratado/a en el trabajo