Hacer agua con gas en casa

¿Cuántas veces te ha apetecido un refresco, imaginándote la satisfacción y la sensación de calmar la sed que te aportaría, y al final te has acabado sintiendo con menos energía, hinchado/a y sediento/a que antes? ¿Buscas una alternativa que realmente satisfaga ese antojo de algo fresco sin perjudicar tu salud? Lo que necesitas es agua con gas, una alternativa baja en calorías a las bebidas azucaradas y carbonatadas.

Solo hay un problema: Comprar agua con gas en la tienda te puede acabar pesando muy rápido en el bolsillo. De hecho, podría acabar saliéndote mucho más caro que si cambiaras tu consumo de agua por refrescos de cola. Pero no te preocupes, porque ahora, gracias a revolucionarios sistemas como SodaStream, puedes preparar agua con gas en tu casa u oficina. A continuación te explicamos cómo funciona y por qué deberías hacer esa inversión ahora mismo.

La historia del agua con gas

El agua con gas existe desde hace décadas. Joseph Priestly la descubrió de forma accidental en una cervecería en 1767. Antes se hacía en casa o en el bar con una botella de seltzer. Era un sistema minimalista , muy parecido al que se utiliza en los sprays de nata montada, que consistía básicamente en un sifón de refresco unido a una bombona.

Poco a poco, con el avance de la tecnología, el agua con gas se fue convirtiendo en un negocio muy lucrativo, particularmente en el sector de la alimentación y las bebidas. Con el tiempo se convirtió en un lujo únicamente disponible en los restaurantes de alta gama. Actualmente el agua con gas ha entrado en el mercado general como el principal sustituto de los refrescos y azucarados y perjudiciales que la sociedad moderna, consciente de su salud, trata de evitar.

De hecho, según un estudio realizado por Statista, a medida que la gente se ha ido dando cuenta de los beneficios del agua con gas, el sector ha ido creciendo hasta alcanzar un valor de más de 6.000 millones de dólares en todo el mundo en 2021.

Los beneficios de hacer agua con gas en casa

El crecimiento del mercado es una prueba de las ventajas de pasarse al agua con gas en lugar de a los refrescos de cola u otras bebidas azucaradas con gas. Y ahora, gracias a SodaStream, puedes hacer tu propias bebidas refrescantes y burbujeantes. Además de ahorrarte múltiples desplazamientos al supermercado y cargar con docenas de pesadas botellas y latas, el hecho de invertir en una máquina gasificadora puede aportarte muchas otras ventajas.

Rentable

Si bien es cierto que hay que hacer una pequeña inversión inicial, a largo plazo la máquina gasificadora merecerá la pena. Además, los costes de mantenimiento de SodaStream son razonables y asequibles. Con una máquina SodaStream, el coste por litro de agua con gas es una mínima parte del coste que tendría adquiriéndola en las tiendas.

Práctico

La comodidad de no tener que ir a la tienda cada vez que se acaba tu bebida favorita es otro atractivo importante a la hora de elaborar agua con gas en casa. Cuando se te acabe solo tendrás que coger un poco de agua fría y convertirla en una bebida refrescante y saludable sin apenas complicaciones y en pocos segundos.

Fácil de utilizar

Nuestras máquinas gasificadoras de agua son fáciles de usar y apenas requieren esfuerzo. Solo tendrás que conectar tu botella llena de agua y pulsar el botón de gasificación para disfrutar de tu agua con gas más refrescante y burbujeante.

Consigue tu primera SodaStream

Comprar una máquina SodaStream es una de las mejores inversiones que puedes hacer para llevar un estilo de vida más saludable. Es un dispositivo compacto, fácil de usar y rápido. ¿No nos crees? Visita nuestra web para leer los comentarios de los usuarios que han comprado SodaStream para su casas y oficina y les ha encantado.

Cómo usar SodaStream

Cuando hayas comprado tu SodaStream junto con la selección de sabores que quieras probar, estarás dando el primer paso hacia una vida más saludable y mejor.

El proceso de tres pasos para utilizar tu nuevo dispositivo es tan sencillo como abrir una lata de refresco, pero mucho más divertido. Empieza llenando tu botella con agua fría y conéctala a la máquina. A continuación, basta con pulsar el botón de gasificación (de forma repetida, según la cantidad de burbujas que desees) que se encuentra en la parte superior de la máquina y verás cómo tu botella empieza a llenarse de apetecibles burbujas. Desconecta la botella una vez que la gasificación esté a tu gusto y añade el sabor que prefieras. Tu agua con gas refrescante ya está lista para beber.

Deberás hacer un cierto número de intentos hasta encontrar el nivel de gasificación que más te guste. Pero una vez que sabes cuántas pulsaciones son perfectas para ti, casi no hay margen de error. Recuerda utilizar agua previamente refrigerada y añadir el sabor en último lugar.

Conclusión

Varios estudios recientes han demostrado que el agua con gas tiene el mismo valor hidratante que el agua normal y también puede ayudarte a satisfacer el antojo de refrescos, sin dañar tu salud. ¿Qué más necesitas? Visita la página web de SodaStream y empieza a conocer nuestros productos.